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Tengo una hernia discal… ¿y ahora?

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¡Hola! Estreno este espacio para hablar de un tema que tiene muy preocupada a la población en general. Se trata de nada más y nada menos que de las famosas hernias discales.

En primer lugar, es necesario aclarar que existe gente que tiene lesiones discales sin jamás haber tenido dolor lumbar. Esto quiere decir, que aunque nos duele la espalda, no es un signo de tener una hernia discal y viceversa. 

Hoy en día se sabe que alrededor del 85% de las lumbalgias (dolor lumbar) son inespecíficas, es decir, que no se sabe a ciencia cierta cuál es la causa del dolor. Por ello, muchas veces aún observando en las radiografías, Resonancias Magnéticas y Scanners algún tipo de lesión, ésta no tiene por qué relacionarse con el dolor que presenta el paciente. 

Entonces… ¿Si en la Resonancia Magnética me sale que tengo una hernia discal, ésta no es la que me provoca el dolor? 

No se sabe. Puede que sí, puede que no. Si no tuvieses ese dolor de espalda, nunca llegarías a hacer una RMN y, por lo tanto, no sabrías de la presencia de la hernia discal. ¿Y si esa hernia llevaba ahí 10 años y la espalda duele ahora por otro motivo? Como veis, complicada la cosa. 

Ahora bien, esto no lo digo yo. Esto se sabe gracias a todos los artículos que se vienen haciendo al respecto desde el año 1990. Estos estudios realizaron RM a gente que jamás había tenido dolor lumbar y vieron que:

– Abnormal Magnetic Resonance scans of the lumbar spine in asymptomatic subjects. A prospective investigation. The Journal of Bone & Joint Surgery 1990.

En este, se estudiaron 67 individuos que nunca habían tenido dolor lumbar. Los resultados de las resonancias se interpretaron sin saber qué tenía el paciente y se vio que 1/3 de los sujetos mostraron anomalías sustanciales en la columna lumbar. Es decir, presentaban afecciones en la columna pero éstos, no tenían ningún tipo de dolor. 

– Magnetic Resonance imaging of the lumbar spine in people without back pain. The New England Journal of Medicine 1994.

En este, se hallaron discopatías, hernias discales no extruidas y estenosis de canal vertebral entre el 20% y el 57% de los sujetos asintomáticos (sin dolor). 

¿Por qué os muestro esto?

Os doy esta información para que podáis ver que cuando el médico, traumatólogo o fisioterapeuta os señala con un boli alguna hernia, ¡no es el fin del mundo! 

Pensad que existen miles de personas a vuestro alrededor que han tenido alguna vez alguna lumbalgia, no se hicieron ni radiografía ni otras pruebas de imagen y no se enteraron que a lo mejor tenían una hernia discal. Pero, como no lo saben, no les condicionó su vida diaria. 

Finalizo este post recalcando estos puntos:

  • Si existe una hernia en la Resonancia, no quiere decir que no sea un problema y que no sea la fuente de vuestro dolor. Claro que puede serlo, pero también no serlo. 
  • Por ello, no condicionéis vuestra vida diaria ante un diagnóstico de este tipo. Puede que esa hernia lleve ahí más de lo que crees y no dio problemas hasta ahora. Hay que valorar por qué.
  • Se debe hacer una valoración exhaustiva, tanto en la entrevista inicial como en la exploración física, para así tratar el problema desde una perspectiva global, no desde la imagen de una Resonancia. La imagen sólo nos dice que está “ahí” pero no nos cuenta cuándo y cómo duele, cuándo comenzó, cómo, qué maniobras empeoran/mejoran el dolor. 

Espero que este tostón os haya sido útil. En el siguiente blog os hablaré sobre el manejo de las hernias discales en términos generales, ya que cada paciente es un mundo y no existe un tratamiento modelo para tratar en cadena. O no debería, vaya. 

Un abrazo fuerte y nos leemos pronto por aquí. Espero vuestras aportaciones y comentarios, sean positivos o negativos. ¡Os quiero!

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